Libero hueco en el armario, en el baño y la mesita.
Dejo marcos vacíos, con preciosos espacios por llenar, y ninguno de ti.
Las paredes se tiñen de silencio, ese mágico silencio que tus voces rompían y que yo tanto añoraba volver a escuchar. Disfruto de este espacio, que es tan mío como mi propia vida. Vida en la que no tienen más cabida tus manías.
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