23 sept 2008

Una extraña sensación



Es de noche, la calle está a oscuras y no se ve un alma…
Voy camino a casa… Estoy agotada, hoy ha sido un día largo…
Solo se escucha el ruido de las olas rompiendo en la orilla, parece que el mar está revuelto… Qué estará haciendo Úrsula… me sonrío. Voy ensimismada en mis pensamientos, repasando el día que he tenido hoy.
Me da la impresión de haber escuchado pasos.
Tengo la sensación de que me siguen y me observan, miro de reojo, no me equivoco. Veo la silueta de un hombre alto y corpulento. Mi nerviosismo aumenta. Giro la cabeza, hace una extraña mueca a modo de sonrisa… Mis pasos, son cortos en comparación con sus zancadas, me va ganando terreno…
Cierro los ojos, noto como su manaza agarra fuerte mi brazo, me detiene y me aprieta contra su pecho, me zarandeo intentando escapar, pero es imposible, es un tipo fuerte. Intento gritar pero tapa mi boca. Busca mi mirada, pero la esquivo, agarra mis mandíbulas y pone su cara pegada a la mía, cierro los ojos, no quiero mirarle. Pienso escapar utilizando mis poderes, pero es demasiado arriesgado, la ciudad se volvería loca y emprenderían una caza de brujas. Actúo como una mortal más.
Noto su aliento en mi nuca, sé que se recrea pensando en todo lo que piensa hacerme.
Me lleva a rastras hasta un portal, abre la puerta, veo el brillo de sus ojos, no es feo, pero está bastante sucio y desaliñado… Husmea mi piel y mi pelo de forma obsesiva, lame mi cuello. Su cuerpo desprende olor a perfume. Me agarra del pelo y me lleva hasta una puerta, saca un manojo de llaves…
Hace saltar los botones de mi camisa y libera mis pechos del sujetador. Amasa mi piel, lame y muerde mi cuerpo, Torpemente, con la mano que tiene libre, descubre que, bajo mi falda no llevo braguitas, vocifera unos ruidos a modo de insulto, pero se que le ha vuelto loco… Extrañamente, la escena ya no me desagrada, incluso, me excita, pero no doy muestras de ello.
Abre la puerta, el portazo retumba en el portal, libera mis labios y, por extraño que pueda parecer, no intento gritar, coge mi cara y besa mi boca, le escupo, me tira violentamente contra la cama, agarra mi cuello y me inmoviliza. Baja sus pantalones y su ropa interior, no se molesta en lubricarme, su miembro es grande, esta duro y caliente, me lo introduce sin más, me duele, está apretando mi cara contra la almohada, así que mis gritos son ahogados. Una lágrima rueda por mis mejillas. Dos embestidas fuertes son suficientes para salir de mi y girarme bruscamente, es tosco, derrama sus líquidos sobre mi pecho, me coge por la muñeca y me saca del apartamento a empujones, ni siquiera puedo vestirme. Anudo la camisa como puedo, arreglo el pelo y voy a casa… Me acuesto, duermo toda la noche del tirón y pienso que podría haber sido peor.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Realmente patética, siento decirtelo, pero lo eres.

Maléfica dijo...

Gracias de todas formas, tomaque-t

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